Las audiciones terminaron. Todas
habían estado geniales y el nivel del concurso era bastante alto este año
después de haberlas oído. Al terminar,
los concursantes o los “elegidos”, que era como nos llamaban los encargados de
la organización, nos dirigimos a los backstage para conocer a los que iban a
ser nuestros mentores. Cuando iba de camino, me crucé con una cara conocida,
era Bella, estaba sola, como yo, esperando algo, o a alguien, y ahí aparecí yo:
-
¡Hola!, ¿Bella verdad?- dije muy sonriente.
-
Hola, si soy yo, haha- Parecía maja.
-
Soy _____, he audicionado para One Direction y
me han cogido, ¡parece que vamos a estar juntas!- dije ilusionada.
-
¿Enserio?, menos mal, ¡¡te juro que tengo un
miedo en el cuerpo ahora mismo!!, menos mal que conozco a alguien…
Estuvimos hablando de varias
cosas: que teníamos la misma edad, que le parecía increíble que hubiera pasado
la segunda fase, que creía que todo esto era un sueño y que su madre le
despertaría al día siguiente para ir al colegio cuando en realidad iríamos a
vivir a la mismísima casa de One Direction, que se alegraba un montón de poder
conocer a sus ídolos… prácticamente nos hicimos amigas en ese instante, y yo le
conté también cosas sobre mí. Al menos estuvimos charlando alrededor de unos 20
minutos mientras que la sala se despejaba de todos los “elegidos” con sus
respectivos mentores.
Y cuando estábamos hablando tan
amigas, como si nos conociéramos de toda la vida, aparecieron ellos, caminando
tranquilos y muy risueños, nosotras ni nos dimos cuenta de lo contentas que
estábamos conversando hasta que una mano nos llamó por detrás:
-
¡Hola chicas!- dijo Louis. Nosotras nos habíamos
girado rápidamente y ambas estábamos igual de sorprendidas.
-
¡¡Holaa!!, soy Bella - dijo y enseguida se lanzó
a darle dos besos al señorito Tomlinson.
-
Hola, dijo una voz susurrándome al oído.
-
¡Hola, Harry!- dije algo tímida.
-
¿Qué tal?, me alegro de volver a verte.- y se
acercó y me dio dos besos.
-
Bien, que digo, bien no, ¡súper bien! Haha.-
-
¡Estupendo!.- y me dedicó una sonrisa.-
-
Bueno ¿Qué? ¿os acabáis de conocer y ya estáis
tonteando?- Zayn
-
¿Qué?, no seas tonto.- y empezó a hacer
cosquillas a su amigo divertido. Y cuando terminó, Zayn se acercó a saludarme
al igual que Liam que acababa de hacerlo con Bella, y mientras tanto la dejaba
a solas con Niall, con quien parecía que había congeniado muy bien.
-
Bueno ¿ya estamos todos presentados?, ¡genial!,
pues ¡vamos! que tenemos mucho por hacer, tenemos que conoceros a fondo y
¡quién sabe cuánto tardará eso!- Louis
Y todos nos dispusimos a irnos. Fuimos
a por las maletas que por la mañana habíamos dejado en esa enorme habitación y
le dimos nuestros números al encargado que estaba en la puerta, que a los pocos
minutos se acercó con nuestras pertenencias. Fuimos andando hasta el
aparcamiento donde se encontraba un coche enorme de siete plazas que supusimos
que era de los chicos. Yo iba hablando con Harry normal y divertido, hablábamos
de gustos musicales, un buen tema para romper el hielo ya que a ambos nos
gustaba, aunque también respondía a preguntas que Liam me hacía sobre dónde
vivía, y a todos les sorprendió cuando dije que era de España, porque se
giraron muy contentos y Niall, que estaba hablando con Bella y con Zayn se
acercó a comentarme algunas de las palabras que había aprendido. El resto del
camino hacia el coche fue muy divertido porque todos estuvieron preguntándome
sobre cómo se decía esto o lo otro y yo les respondía encantada, por un momento
se me había olvidado quién eran, solo cinco adolescentes normales y corrientes
aunque muy guapos y con clase a la hora de vestir, con quienes podías hablar de
cualquier cosa y además muy caballerosos, ya que se ofrecieron a llevarnos las
maletas a las dos.
Llegamos al coche ¡qué era lo
suficientemente grande y lujoso para un regimiento! Guardamos las maletas con
ayuda de los chicos y nos subimos. Louis conducía, de copiloto estaba Zayn y
detrás de izquierda a derecha, Bella, Niall y yo, y en la última fila, Harry y
Liam que no paraban de jugar y hacerse cosquillas mutuamente como niños
pequeños lo que hacía que los demás nos riéramos.
Fue un viaje ameno y divertido, y
pronto llegamos a nuestro destino después de unos 20 minutos desde los estudios
de “London Fame.” ¡Menuda casa!, era
enorme y muy bonita, estaba entre una mezcla de moderna y vintage, pero era
perfecta. Nos bajamos del coche y con ayuda de los chicos bajamos las maletas,
abrieron la puerta y a primera vista se veía un jardín precioso y enorme, en un
rincón había un banco de esos que se columpian con una almohada de rayas rojas
y blancas en la base y lleno de flores alrededor, muy acogedor.
A la derecha se encontraba la
casa que era verdaderamente grande y en tonos beige y blancos, a la izquierda
continuaba el jardín hasta detrás de la
casa donde había una piscina desde donde se podía acceder por la puerta trasera
de la casa que casi toda ella era como un ventanal de cristal que seguramente
desde dentro se podría observar la piscina y el resto del enorme jardín.
Pasamos dentro al jardín, y tanto
Bella como yo íbamos despacio observando todo para no perdernos ningún detalle
y con la boca abierta, en eso que llegó Harry y me agarró la maleta que llevaba
en la mano y mirándome se rió y continuó para adelante dejándome observar la
casa tranquila.
Estaba atardeciendo y había sido
un día largo para todos y después de las audiciones y todo… asique los chicos
nos enseñaron la casa con la que nos quedamos sin palabras y después nuestras
habitaciones. La mía estaba al final del pasillo de arriba, a mi derecha la de
Harry y a mi izquierda la de Bella, la casa era grande, asique teníamos cada
una nuestra propia habitación aunque no nos importaba porque estaríamos la
mayoría del tiempo juntas en alguna de las dos.
-
¡Eh _____!- Harry entró sin avisar a mi
habitación lo que me hizo saltar del susto.
-
¡Harry!, ¡que susto!- me giré bruscamente,
estaba deshaciendo la maleta y me había pillado sacando las braguitas y los
sujetadores asique deprisa lo volví a meter en la maleta.
-
Jajajaja, ¿Qué os apetece cenar?- dijo entre
risas.
-
Eh…jajaja….me da igual lo que queráis, ¡me gusta
todo!
-
¡Mejor!, porque os vamos a hacer una sorpresa,
¡¡¡asique no bajéis hasta que no haya pasado media hora!!!- gritó mientras se
iba corriendo por el pasillo, supongo que para avisar al resto.
Terminé de deshacer la maleta y
colocar todo en el armario y fui corriendo a la habitación de Bella que estaba
haciendo lo mismo, las dos nos pusimos a gritar y decir palabras que
seguramente no tengan significado pero estábamos muy pero que muy felices, en
un solo día, habíamos entrado en el concurso y
conocido a nuestros ídolos y esto solo acababa de empezar. Le conté a
Bella lo que me había dicho Harry y estuvimos haciendo hora para no
estropearles la sorpresa, mientras, decidimos ponernos un poco guapas y
arreglarnos el pelo, asique después de 10 minutos pensando lo que nos íbamos a
poner, decidimos.
Yo iría con un vestidito rosa
palo con vuelo y con goma en la cintura, como me gustaban a mí, de tirantes, me
puse unas cuñas que parecían sandalias romanas pero con la cuña era como algo
más sofisticado aunque no demasiado para la cena, y dejé mi pelo suelto y
ondulado, como yo lo tenía, con la raya en medio, me maquillé un poco pero no
demasiado para mostrarme más natural. ¡Bella iba impresionante! Se había puesto
un vestido de tirantes como yo, azul clarito, que le favorecía mucho con su
pelo rubio, y unos zapatos de tacón negros.
Salimos de la habitación no sin
antes hacernos una foto para ver cómo íbamos. Bajamos las escaleras sigilosas
para no hacer ruido y que los chicos no se dieran cuenta y también para evitar
caernos ya que eran unas escaleras de esas que tienen espacios entre escalón y
escalón, una vez llegamos al salón interior, nos alegramos de haber bajado sin
matarnos y nos quedamos ahí esperando a que nos avisaran para no arruinarles
nada de lo que nos hubiesen preparado y en ese momento Liam pasaba por allí en
dirección al jardín con las bebidas entre los brazos:
-
¡¡¡CHICOS!!!, ¡¡QUE YA ESTÁN AQUÍ!!
Y se fue corriendo lo que nos
hizo reírnos, y en enseguida volvió con las manos vacías y nos indicó con la
mano desde la puerta que podíamos pasar.
Recorrimos el salón, expectantes
de ver lo que los chicos nos habían preparado, y nada más ver el ventanal que
ocupaba toda la pared, nos quedamos con la boca abierta, y ¡no
era para menos!Los chicos nos habían preparado una mesa para siete personas en
mitad del jardín y al lado de la piscina.
Encima del mantel blanco, había los siete servicios, todo con cubertería
y con platos muy modernos y en los árboles de detrás de la piscina, habían
colocado lucecitas en pequeñas bombillas que adornaban todo el jardín.
Ellos estaban en fila colocados
uno a uno, vestidos muy guapos, como siempre y sonrientes. Era todo perfecto. ¡Tenía pinta de ser una noche inolvidable!
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